martes, 1 de mayo de 2012

1º de Mayo, Madrid

"El líder sindical perora
ante unas masa obreras muy menguadas

Las turistas en shorts
con rubias piernas larguísimas
pasean su indiferencia a escasos metros de la tribuna

Algunos asistentes consultas la hora
en sus teléfonos móviles:
casi las dos de la tarde

El sol aprieta

Junto a las pancartas
'Por el empleo con derechos
y la garantía de las pensiones'

se mezclan otras:
'Santería milagrosa
CONSÚLTATE YA!'

Alguien recuerda la observación
de un sindicalista italiano:
¿por qué los líderes obreros les gritan a los obreros
y les susurran a los empresarios?

Algún periodista
bosteza"


[por Jorge Riechmann, El común de los mortales, Tusquets, 2011]



Puerta del Sol, 13:30 del 1º de Mayo, Madrid. Sobre un escenario de metal brillante, Fernández Toxo viste con tono combativo la fraseología corporativista  con que se estructura el discurso del sindicato al que representa. 
Los turistas, aturdidos por la parafernalia hueca con que se ha disfrazado a la plaza, disparan sus flashes como corresponsales de guerra amateur. Solo que, aparentemente, aquí no hay ninguna guerra. Esta mañana, Sol es un gran teatro de sombras chinescas; lo que se ve es tan solo una proyección... la crudeza de la realidad es el lujo que se reserva a las personas paradas, desahuciadas, estafadas, golpeadas, torturadas o encerradas. 
Suena La Internacional y algunos puños se levantan tímidamente. Si hay decisión hay un camino, y es por tanto la decisión enemiga de los diques sindicales.
En ese momento, unos/as compañeros/as, abriendo un paréntesis en el cortejo fúnebre en el que se ha convertido la Puerta del Sol tras la intervención final de Toxo,  recuerdan a las personas presas por luchar: